Entrevista a Margarita Bofarull

08 01 2018

¿Implantes y chips para controlar a los seres humanos? ¿Bebés encargados y desechados como productos defectuosos? 
No son fantasías literarias sino retos reales del siglo XXI de los que hablamos con Margarita Bofarull, religiosa del Sagrado Corazón, licenciada en Medicina y en Teología, profesora de moral en la Facultad de Teología de Cataluña, presidenta del Instituto Borja de Bioética (www.ibbioetica.org/es/), que ha renovado como miembro correspondiente de la Pontificia Academia de la Vida en la que lleva ya tres años trabajando con otras personalidades internacionales que asesoran al Vaticano y a la Iglesia en temas de bioética. 

Un curso online sobre Ciencia y Fe
Margarita Bofarull es también una de las profesoras del popular Curso Science & Faith BCN (www.scienceandfaithbcn.com), que empieza con una nueva tanda de cursos este 10 de octubre. Este curso de lecciones online sobre ciencia y fe lo ofrece la Facultad de Teología de Cataluña, bajo el patrocinio del Pontificio Consejo para la Cultura con ayuda de la Fundación Templeton (www.templeton.org).

- ¿Quién se apunta a estos cursos Science & Faith? ¿Qué se aprende en ellos?
- Es un público heterogéneo: profesores universitarios, personas recién jubiladas con ganas de aprender, profesores de religión, catequistas... Mi lección trata sobre el inicio de la vida. El curso Science y Faith muestra que no hay incompatibilidad entre ciencia y fe. La teología moral bebe de la revelación y la tradición de la Iglesia pero también de los datos de la ciencias humanas. En el siglo XXI, quizá más que de ciencia podemos hablar de tecnociencia, que es muy beligerante, en el sentido de que transforma la realidad.

- ¿Y cómo afronta Science & Faith esta relación?
- El curso muestra que la fe ilumina y anima a la ciencia, al investigar. Esto ya se ve en el Concilio, en Gaudium et Spes. En un discurso de Pablo VI ante científicos explicaba que la Iglesia anima a la gente de ciencia a buscar la verdad, a buscar con honestidad.

»El Libro de la Sabiduría, en la Biblia, dice: "El ansia de saber es amor". Mi experiencia es que yo ya era creyente, pero cuando estudié medicina me volví aún más creyente. Cuanto más estudio y conozco la Creación de Dios más alabanza me provoca.

- Pero los ateos, cuando les hablas de las maravillas naturales, te hablan de horrores, parásitos, enfermedades, el dolor y el sufrimiento natural...
- El problema del mal y del dolor siempre será un escándalo y un misterio, también para el creyente. Pero hemos de asumir que nuestra comprensión de la realidad es limitada. Sí, en la naturaleza no todo es perfecto. Pero también la ciencia nos muestra que hay efectos causados por el ser humano, agresiones, que pueden afectar a la siguiente generación. Hay mutaciones genéticas y congénitas, naturales. Pero hay otras con orígenes humanos.

- Estas reflexiones sobre el dolor y el misterio son más bien filosóficas...
- No está bien supercompartimentar los saberes. Hemos de lograr una visión más de conjunto, interdisciplinar, con saberes en diálogo. Los medioambientalistas han de hablar con filósofos, con genetistas... Ya no se puede estudiar genética sin estudiar su relacion con el ambiente, por ejemplo.



- ¿Qué temas de bioética le parece que son básicos y que deberían poder estudiarse con facilidad en parroquias?
- Me gustaría decir que todos. Todo lo que es promoción de la vida, no solo en el inicio y final, que es muy importante, sino también durante la vida. La ecología, por ejemplo, forma parte de la bioética. [Van Rensselaer] Potter, que fue uno de los padres del término bioética, no quería confinarlo solo a asuntos sanitarios. La relacion con Dios, con los demás, con la Creación y con uno mismo son cuatro relaciones íntimamente ligadas.

»Debe contemplarse como una ética de la vida. El Papa Francisco, en Laudato Si', señala que se apoyan mutuamente. Estamos en el siglo XXI y coexiste el reto del transhumanismo con el del hambre o las enfermedades evitables. Por otra parte, no es lo mismo hacer bioética desde Haití que desde Estados Unidos. La bioética no debería dejar excluidos.

- Muchos retos de la bioética actual parecen temas de ciencia ficción...
- Pero es que ya no son ciencia ficcion. Implantes en el cuerpo, transhumanismo, chips de control... Antes, actuar sobre la conducta se hacía básicamente con farmacología, pero ahora hay más técnicas. En el Club de Roma, este año, se hablará de transhumanismo. Hablará el filósofo Francesc Torralba, y yo también. El transhumanismo es un movimiento que quiere transformar la condicion humana mediante la tecnología, supuestamente para mejorar, o al menos modificar las capacidades humanas.

- Tecnología en el cuerpo... ¿eso es distinto a llevar gafas?
- Sí, hace siglos que usamos prótesis y herramientas, aunque sean zancos para cruzar un río. Pero ¿y si son cambios irreversibles? Las gafas las pones y quitas. Pero si te modifican genes puedes crear especies pothumanas. O gente más resistente al envejecimiento, pero ¿sabes como le puede afectar eso en otros aspectos?



- ¿Qué impide que estas cosas se hagan en lugares fuera de la ley, países lejanos, a cargo de empresas sin moral?
- Sin duda ya algo de eso se está haciendo así. Y esto afecta a la igualdad de los seres humanos. Como en la película Gattacca: las personas modificadas serán distintas a las personas sin modificar. Todos estos temas de neurología o nanotecnología son parte de esa tecnociencia.

- ¿La Iglesia está bien preparada para afrontar estos retos?
- En octubre el congreso de la Pontificia Academia para la Vida se celebra con el título "Nuevas responsabilidades en la era tecnológica". [Aquí el programa del encuentro en PDF]. No es literatura como en 'Un Mundo Feliz'. Es algo que ya está aquí. La Iglesia tiene claro que defenderá y protegerá a todo ser humano y sobre todo a los más vulnerables. Y atendiendo a la desigualdad: incluso en Barcelona la esperanza de vida varía según el distrito de la ciudad.



- Hoy parece que el cristianismo es mordisqueado por dos lados opuestos: por un lado, el cientifismo materialista; por otro, la new age, la superstición, el pensamiento mágico... ¿Cuál de estos fenómenos cree que será más dañino en el siglo XXI?
- Más que mordisquear al cristianismo, mordisquean a la persona. El cristianismo busca promocionar a los hijos e hijas de Dios. Por el contrario, el individualismo feroz los daña. La Iglesia previene contra eso. Ambas corrientes, cientifista o new age, nos lesionan.

- ¿Por qué menciona el individualismo?
- El individualismo feroz es el origen de muchos de los males. Rompe la comunidad y causa daños. Yo en el altiplano de Perú vi una cultura muy comunitaria. Y como provincial de mi congregación fui a varios países. En Uganda, en Karamoya, vi muchos huérfanos de sida, pero no están en la calle, porque el clan familiar los absorbe. Y en Perú la palabra de una persona aún tiene valor. Aquí en Europa no vale la palabra si no va acompañada de un papel. En Occidente ahora, por ejemplo, llaman "consentimiento informado" a firmar un papelito. Eso no es consentimiento informado, es mera cobertura legal.

- Estos peligros tecnológicos ¿son nuevas maldades o son solo variantes técnicas de cosas malas que ya existían?
- No son solo variantes técnicas. Pero ¿quién se otorga el derecho a programar a otro? Nadie se ha autoengendrado, y eso nos iguala a todos. Podemos ir a sociedades en que unos elijan qué características tendrá la especie humana, la siguiente generación. ¿Queremos potenciar esa tecnología? Algunos pueden decir que hay que potenciar humanos más inteligentes pero ¿serán más felices? ¿Es un síndrome de down menos humano que yo? Yo creo que los síndromes de down hasta tienen un plus en humanidad.

- Quizá un tema en el que vemos cristalizar todo eso son los vientres de alquiler...
- El vientre de alquiler obvia la relacion maternofetal y maternoembrionaria. ¡No se puede subestimar la relación de la madre gestante con el feto! El vientre de alquiler es una nueva forma de esclavitud de la mujer. Me duele que en los debates sobre este tema se usen argumentaciones sentimentales y se ignoren los datos científicos. Los promotores del vientre de alquiler siempre muestran parejas felices, con el bebé que les cambió la vida... pero no muestran los efectos sociales, reales, que hay detrás. Si no hubiera un negocio inmenso detrás de los vientres de alquiler ni hablaríamos del tema. Hay una realidad de niños abandonados, ¿por qué no adoptarlos? 'Es que quiero que el bebé tenga mi dotación genética', te responden...



- Sí, el contratante contrata que el bebé tenga su dotación genética, que esté sano, que sea de tal o cual sexo...
- Pero es que las empresas de vientre de alquiler han de ser honradas y decir que aunque examinen el embrión buscando tal o cual 'fallo', ¡siempre puede ser que el bebé salga con otras patología que no puedes detectar! Nace el bebé con esas características no deseadas y ¿qué hacen, lo rechazan? Un niño no es una mercancía que se elige o rechaza, todos debemos ser queridos por nosotros.

- Son retos de la técnica muy novedosos...
- Sí, pero tampoco tenemos que demonizar la tecnología en sí. Los avances técnicos en cualquier campo pueden ser buenas herramientas, contra enfermedades, etc... Al final, en el curso Science & Faith buscamos mostrar que ciencia y ética y fe pueden ir de la mano para lograr el bien de la persona.

Autor del artículo: Pablo J. Ginés (Religión en Libertad)